giovedì, giugno 11, 2009

A pesar de todo, sentirnos bien.

El frente de la escuela Jean Jaurès, de Tolosa. Domingo 7 de junio, 8h25.

El domingo 7 llegó finalmente y pudimos votar para elegir a nuestros diputados al Parlamento Europeo. En efecto, la fecha elegida para los comicios es tentadora para un titulero de algún diario afecto a las ironías: "Europa tuvo su domingo siete".

Me levanté, esperé que se hicieran las 8 y fui a votar a la escuela de la esquina de casa, que lleva el emotivo nombre de Jean jaurès, el apóstol de la paz. Fui a votar temprano porque me había ofrecido como fiscal general (délegué de liste) para la lista "Europe-Écologie". La última vez que hube fiscalizado en una elección fue en 1996, para la Constituyente porteña. Si bien los mecanismos de las elecciones varían de un país a otro, el espíritu de la militancia, el hecho de que se termine la campaña y de que estemos allí durante todo el domingo esperando el cierre, la apertura de las urnas es muy parecido.

A las 20h00 cerró el comicio y comenzó el escrutinio. En Toulouse hay alrededor de mil votantes empadronados por mesa. Como la alfuencia fue de 46 %, había que contar unos cuatrocientos o quinientos votos por urna. Eso hace que la expectativa se alargue, que la zozobra por volver al local partidario y ver qué tal salió la elección en el distrito y el el país entero se agrande.
Se abrieron los primeros votos y la pila de boletas verdes crecía. Más que la pila socialista, cabeza a cabeza con los conservadores... "Ah, - pensé yo- salieron todos los votos nuestros juntos".. pero en cada tanda de cien votos era lo mismo. A esa altura yo estaba contento de llegar al local con una grata noticia acerca del colegio donde yo había estado para el escrutinio.

En el local, ya habían preparado una pequeña velada para celebrar el acto cívico, el fin absoluto de la campaña y el reencuentro entre compañeros. Yo no soy militante, pero me parecía agradable la idea de conocer a los que hacen el movimiento Europe-Écologie en Toulouse y en Midi-Pyrénées.

El local verde era una fiesta. Los presentes estaban desbordantes de alegría. Lo que yo había visto en el barrio de Rangueil era una realidad en toda Francia. Los verdes iban cabeza a cabeza con los socialistas. Del 7,2% de 2004, pasaban a 16,2%. En el sudoeste entraron dos diputados y en toda Francia, catorce.

Y esta tendencia era la misma en todos los países del oeste de la Unión.

Gérard Onestà, vicepresidente saliente del Parlamento Europeo descorcha Champagne bio para celebrar el buen resultado.

La impresión que tuve este domingo que pasó fue muy parecida a la de 1994, tras las elecciones para convencionales constituyentes en Argentina. En ese tiempo, yo militaba en el Frente Grande. En 1993, el Frente, recién constituido, había salido tercero en la ciudad de Buenos Aires y había logrado una banca de diputado en la Provincia de Buenos Aires, la de Pino Solanas. Para el '94, nos hacíamos la idea de que podríamos salir segundos en la Ciudad de Buenos Aires. Idea que nos entusiasmaba mucho, pero que quedaba como un lindo sueño. Finalmente, el escrutinio llegó, y el Frente obtuvo 40% de los votos, ¡el primer puesto! El festejo, en ese momento fue enorme. Se consolidaba una nueva fuerza, nuestra lucha militante había dado frutos. Sin embargo, éramos muy concientes de que a nivel nacional había ganado el pacto de Olivos, que el proyecto constitucional que se impondría era el que ya habían acordado radicales y justicialistas, obedeciendo a Menem y a Alfonsín.

El domingo pasado, entonces, se consolidó en la Unión Europea una nueva fuerza popular, convencida de la necesidad de fortalecer la Unión como proyecto político, como federación de Estados y de Pueblos. Eso es lo que podemos festejar. Y porque esa fuerza política siga creciendo y convocándonos, debemos poner el hombro.
Sin embargo, no debemos olvidar de que, a pesar del gran paso adelante, quienes ganaron son los de la derecha, antieuropeístas, neoliberales y de que los ultraderechistas (en el este, especialmente) salieron favorecidos. Nos esperan cinco años duros, donde deberemos estar siempre alertas.
Tenemos qué festejar, pero sin olvidar que aún tenemos que remar mucho contra la corriente. Debemos sentirnos bien, a pesar de todo.

Gérard pasa revista a los resultados en cada estado miembro y nos explica la que nos espera cuando asuman los nuevos diputados.



Una particular versión de "A pesar de todo, me siento bien".
En 1988, Horacio Fontova proponía el remplazo de la nafta por el pisoil y el kk-gas. Un verdadero defensor de la ecología.

5 commenti:

El 22 ha detto...

Felicitaciones por los buenos resultados, Mordi, realmente admiro tu vocacion de militancia. Saludos.

Mordi ha detto...

Felicitemos, mejor a los compañeros del frente "Europe-Écoligie" que han trabajado la campaña. Realmente, trabajaron a pulmón y con vocación militante. Casi no hubo campaña oficial para convocar a los ciudadanos a votar, ni se explicaba al público en general la importancia de estas elecciones. Los "verdes" estuvieron por las calles, salidas de subtes y zonas de mayor afluencia de gente repartiendo voolantes y explicando personalmente por qué era necesario votar y por qué es necesario participar.
Mi vocación de militante proviene de la conciencia de que nadie regala nada y de que las elecciones son solamente un método para elegir autoridades. La democracia se construye con el protagonismo popular, ya sea en un partido, en una asociación, en un sindicato, etc. Lo importante es ser críticos y aportar lo que podamos. En las próximas notas me referiré al tema... porque el 28, habrá que votar en Argentina.

Emepol ha detto...

Curiosamente, mi primera fiscalización estuvo vinculada al Frente Grande. Fue en el 95, en las internas. Yo fiscalizaba en un colegio para la lista de Chacho Alvarez, que se enfrentaba a la de Bordón.
En siguientes elecciones he estado fiscalizando en dos o tres ocasiones para la lista de Gustavo Posse, acá en San Isidro. En las últimas elecciones, no estuve en las mesas, pero colaboré ya sea repartiendo material, o en el mismo día electoral, teniendo en el comité de Martinez el auto a mano para aquellos vecinos que solicitan transporte hasta el lugar de elecciones, o llevando cosas a quienes estaban en las mesas.
Me parece sumamente interesante que la gente colabore en los actos electorales, mas allá de las ideologías que cada uno pueda llevar consigo. Frente a un desinterés por parte de muchos, hay que resaltar el hecho de quienes quieran colaborar.

Mordi ha detto...

Los que sienten desinterés por las elecciones, ¿prefieren acaso una monarquía absolutista por Derecho divino? Muchos de esos desinteresados son los primeros en quejarse de posibles fraudes. Si podemos cuidar nosotros mismos que se repeten nuestros derechos, hagamóslo.

Milo ha detto...

Yo no se bien cual es el proyecto de la Union Europea. Y pienso que hay que discutir mas la idea de una federacion de Estados y de pueblos. Pienso que hay que profundizar el concepto porque puede ser utilizado de una forma segregacionista.
La otra cosita que me gustaria agregar a tu descripcion de quien gano en el norte y este de la Union, es que NO solo fue la derecha, sino su peor faccion, la derecha xenofoba y racista. Y ademas acompannada de lo mas retrogrado y reaccionario de la iglesia catolica apostolica romana. Como te decia hace unas horas, pienso que se nos avecinan tiempos muy duros para los humanistas de izquierda. Sobre todo para nosotros, Mordi, que somos morochos!
Un abrazo enorme.